Todos los que tenéis gatos estaréis acostumbrados al dulce y relajante sonido del ronroneo que emiten cuando se acurrucan cariñosamente.
El ronroneo en gatos es parte fundamental de su ser, y los amantes de este felino bien lo saben. En realidad, este bonito sonido, que los acompaña y tranquiliza, es en realidad más complejo y misterioso de lo que a simple vista pueda parecer. A continuación, os presentamos 4 curiosidades del ronroneo de los gatos.
¿Cómo se produce?
Existen dos hipótesis acerca de ello.
La primera hipótesis se basa en que los gatos ronronean al producir ruido con unos temblores de los músculos de su laringe. Estos músculos dilatan y restringen la glotis a gran velocidad, causando vibraciones en el aire durante la inhalación y exhalación.
La segunda teoría afirma que el ronroneo se origina en la vena cava posterior, concretamente a la altura del diafragma e hígado, ya que en esta zona los músculos comprimen el flujo sanguíneo, causando unas vibraciones que se transmiten y amplifican a través de los bronquios llenos de aire y la tráquea, hacia los senos de la cabeza.
¿Cuándo comienzan a ronronear?
El ronroneo en los gatos es una capacidad innata que comienzan a desarrollar con pocos días de vida. Es el canal de comunicación que utilizan con su madre y gracias a él y a su olor, la madre es capaz de amamantarlos y guiarlos. Las crías lo comunican para mostrarles su estado de ánimo, emitiendo diferentes frecuencias según la situación: si se encuentran bien, si están asustados, etc.
El significado del ronroneo
El concepto más popularmente asociado es el de la satisfacción ya que suele hacerlo cuando está cómodo y disfruta de la compañía. Sin embargo, no todo está relacionado con el ronroneo es la felicidad.
Ya que, si un gato está enfermo o siente dolor, ronronear les puede ayudar, ya que tiene propiedades antiinflamatorias.
Beneficios del ronroneo
Llegar a casa tras un largo día de trabajo y sentarnos en el sofá y que nuestro gato se acerque a nosotros ronroneando nos calma, nos agrada, y enseguida nos sentimos más relajados
Numerosos estudios afirman que escuchar el sonido de los gatos estimula las neuronas produciendo serotonina (la hormona de la felicidad) y endorfinas, consiguiendo una mayor calidad en nuestro sueño y mejorando nuestro humor.