Normalmente son los perros los que salen a pasear a diario a las calles de todo el mundo, pero seguramente algún día nos habremos preguntado: ¿Un gato puede hacer lo mismo? A continuación, aclaramos algunos puntos que hay que tener en cuenta si queremos sacar a pasear con arnés a nuestros gatos a la calle, antes de actuar de manera imprudente y correr el riesgo de que el gato pueda salir perjudicado.
Lo primero que debemos tener en cuenta si queremos empezar a pasear a nuestro gato es observar si está acostumbrado a la calle o si tienden a escaparse de casa, ya que de lo contrario podríamos someterlo a ciertos niveles de estrés al no encontrar ninguna marca característica de su hogar que lo tranquilice.
Lo siguiente es el arnés. Antes de sacarlo a la calle, nuestro felino debe estar acostumbrado al arnés. Para lograrlo, es recomendable ponérselo de vez en cuando en casa para que se familiarice a la sensación, y que así no lo agobie cuando salga a la calle.
Una vez acostumbrado al arnés, nuestro gato ya podrá salir a la calle, pero debemos elegir horas adecuadas donde no haya mucho ajetreo en las calles y el ambiente esté tranquilo. Además de esto, es importante dejar que el gato vaya explorando a su ritmo y con total libertad.
Para elegir el mejor arnés a la hora de comprarlo, debemos conocer los tipos que existen y cuál es el más adecuado para nuestro gato, ya que con un arnés muy suelto podría escaparse.
Estos son los diferentes tipos de arnés:
Arnés en forma de 8: Permite mucha movilidad, pero no es el más seguro.
Arnés noruego: Tiene forma de “Y”. Son ligeros y fáciles de poner, y cuentan con una pieza acolchada en el lomo.
Arnés tipo chaleco: Son los más seguros para gatos impulsivos.
Arnés reflectante: Son los mejores para los paseos nocturnos.