La popularidad de los gatos como animal de compañía sigue en aumento. Desafortunadamente, la alergia a estos animales es una de las más comunes, mucho más que a los perros. Y es por eso que creemos necesario hablaros de los síntomas y causas de la alergia a los gatos que pueden manifestarse en cualquier momento.
Lo que se suele pensar de la alergia a los gatos es que ésta proviene del pelo de los animales, pero lo cierto es que el desencadenante de la misma es una proteína existente en su saliva y glándulas sebáceas.
Debido a que los gatos se lavan el pelaje con la lengua, esparcen este alérgeno por todo su cuerpo. Por eso, las personas alérgicas pueden sufrir una reacción tanto por tocar al gato, como por estar en contacto con el pelo que van soltando.
Los síntomas de esta alergia y la intensidad de los mismos varían dependiendo de la persona, pero los más comunes son:
- Tos.
- Picor en la nariz, garganta o paladar.
- Secreciones nasales.
- Estornudos.
- Dolor de garganta.
- Ojos llorosos.
- En menor medida, puede producir asma, erupciones en la piel, urticaria y demás.
Estos síntomas son muy similares a los de un resfriado común, pero si duran más de 14 días, es muy probable que sea alergia.
¿Y qué debemos hacer si tenemos un gato y nos diagnostican esta alergia? Podemos recurrir a tratamientos médicos, pero existen consejos caseros que también ayudarán. Estos consisten en mantener nuestros espacios lo más limpios posibles, ventilar y no dejar que nuestro felino se suba a la cama o a ninguna superficie donde su pelo pueda quedarse pegado. También debemos bañar a nuestro gato con más frecuencia, ya que así disminuirá su necesidad de acicalarse y, consecuentemente, esparcir el alérgeno por su cuerpo.
También debemos saber que, por desgracia, todos los gatos producen naturalmente la proteína responsable de la alergia, así que podemos afirmar que la existencia de gatos que no dan alergia es un mito.